A las 15.17 horas de este jueves se culminaba con éxito una de las apuestas más ambiciosas del Ministerio de Defensa y la industria aeroespacial española. A esa hora, se lanzaba con éxito el satélite PAZ, metiendo a España de lleno en el exclusivo club de países con un satélite propio en órbita.
Once minutos después, a las 15.28, se confirmaba que todo había ido bien, cuando el satélite se separaba, según lo previsto, del vehículo lanzador Falcon 9 de SpaceX – la empresa del propietario de la marca Tesla-, que continuó su camino para lanzar al espacio otros dos satélites al espacio en la misma operación.
El escenario ha sido la base aérea de Vandenberg (California, Estados Unidos) y ha servido para culminar de forma satisfactoria un proyecto que cristaliza con varios años de retraso. No en vano, la previsión inicial es que hubiera estado en órbita a finales de 2013, pero la guerra en Ucrania lo impidió y hubo que buscar nuevas opciones.
El principal usuario de PAZ serán el Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas. Recibirán imágenes con importante información sobre el territorio nacional, facilitando la misión de proteger territorio nacional las 24 horas de los 365 días del año. Recabará, además, datos sobre aquellos países donde están desplegadas las tropas españolas en las denominadas misiones en el exterior.
Si fuera necesario, también podría ser utilizado para obtener imágenes e información sobre lo que acontece en países del mundo con los que se tiene una relación complicada. Un ejemplo claro sería, por ejemplo, echar un vistazo a los movimientos de tropas internos que realiza Marruecos.
Pero no sólo permitirá obtener datos para uso militar. También se accederá los movimientos en los océanos en cualquier parte del mundo, se podrá identificar a todos los buques que se encuentran en la mar, incluidos a aquellos que por propia iniciativa llevan desconectado el sistema de identificación automática AIS -facilita los datos de cada embarcación- para realizar tareas ilícitas. Algo que será útil tanto en el Estrecho de Gibraltar como en otras áreas costeras españolas o del Océano Índico, donde buques de la Armada luchan contra la piratería.
Su uso también será importante para otras administraciones del Estado, que recibirán datos si así lo solicitan de vigilancia de control fronterizo, verificación de tratados internacionales, control medioambiental, urbanismo o seguimiento y evaluación de los desastres naturales. También estará abierto para empresas privadas que puedan solicitar y comprar imágenes para su intereses comerciales.
Como ejemplos prácticos de estos usos, se podrá detectar movimientos del terreno de hasta un milímetro de profundidad, lo que permite conocer si alguna parte de una vía férrea o de un puente se está hundiendo y puede haber fallos a futuro… o si un volcán va a entrar en erupción; o controlar manchas de petróleo en el mar; o realizar un mapa de inundabilidad, para saber cuando un río se desborda qué partes del terreno se van a anegar.
El satélite orbitará 16 veces diarias alrededor de la Tierra (cada 90 minutos) y cubrirá un área de algo más de 300.000 kilómetros cuadrados a 514 kilómetros de altitud, viajando a una velocidad de siete kilómetros por segundo. En función de las instrucciones que se le den, tendrá capacidad para realizar hasta un centenar de fotografías diarias y podrá captar imágenes durante tres minutos en cada órbita terrestre.